Entrevista a Ramón Esteve, Alumni Destacado 2020

Ramón Esteve, nacido en Valencia en 1964, obtuvo el título de Arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Madrid y solo un año después, en 1991, fundó el Ramon Esteve Estudio de Arquitectura. En la actualidad, casi una veintena de profesionales trabajan en la empresa. 

Doctor en Arquitectura por la Universitat Politécnica de València, fue profesor asociado en la asignatura Proyectos III desde 2005 hasta 2018 en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, donde tuteló infinidad de graduados que han iniciado su andadura profesional en su estudio. Ramón Esteve es una de las cien mentes más creativas, según la revista Forbes. En 2018, recibió en Milán el premio Land Rover Born por la rehabilitación del edificio Bombas Gens de Valencia, la antigua fábrica artdecó de 1930 que actualmente acoge la Fundación Per Amor a l'Art.

1. ¿Cuándo descubriste que querías ser Arquitecto?

Cuando era pequeño, un tío mío me regaló un libro donde aparecía la Casa de La Cascada de Frank Lloyd Wright. Recuerdo que me impresionó muchísimo y pensé que me gustaría hacer casas como esa, algún día. Estudiar arquitectura me parecía un gran reto, pero de alguna forma ver esa obra tan maravillosa me hizo planteármelo.

Paralelamente, mi padre era topógrafo y durante un tiempo tuvo una empresa de construcción. De niño me llevaba con él a la obra durante el periodo estival, e incluso a veces le ayudaba a dibujar algún plano, por lo que cuando llegué a la Universidad me sentía bastante familiarizado con los procesos constructivos y con el dibujo técnico.

 

2. ¿Qué referentes marcan tus creaciones?

Las referencias que marcan mis creaciones siempre son, primero, la arquitectura y el diseño, aunque es cierto que después eso se alimenta de todo lo que sucede alrededor.

Por otro lado, mi inspiración viene de grandes maestros como Le Corbusier, Frank Lloyd Wright, Louis Khan, Lewerent, o Jacobsen. También en algunos momentos Barragán, y todos los que están haciendo propuestas interesantes; desde las más radicales, como Rem Koolhaas, hasta las más clásicas y conservadoras, pero a su vez espectaculares, como pueden ser las de Peter Zumthor. 

 

3. A la hora de realizar una casa, ¿qué criterios son los primordiales?

Cuando te enfrentas al diseño de una casa siempre se parte, obviamente, de un programa. Lo primero es establecer con claridad y exactitud las necesidades de las personas que van a habitar el espacio y tener conocimiento de su forma de vida. A partir de ahí, el reto es encontrar un concepto, una idea generadora que vaya regulando todo el proyecto y provoque que el resultado tenga alma y una identidad fuerte e independiente. Realmente creo que, además de conseguir que conecte con el usuario, el proyecto cobra vida propia de forma que hasta las soluciones surgen prácticamente solas durante el proceso.

 

4. ¿Qué papel crees que juega la arquitectura en la sociedad actual?

Parafraseando a Bruno Zevi en su libro ‘Saber ver la Arquitectura’, cualquier intelectual que no supiera sobre algún escritor o músico, se sentiría algo incómodo. Sin embargo, muy poca gente ilustrada tiene conocimientos de arquitectura y arquitectura contemporánea. En mi opinión, esta disciplina debería tener un papel protagonista, principalmente porque la vida del ser humano se desarrolla en entornos arquitectónicos; imagínate hasta qué punto es importante. Es cierto que la difusión en medios generalistas y el papel de algunos arquitectos estrella ha dado pie a una divulgación mucho mayor de la arquitectura. Por otro lado, también las grandes cadenas de moda, e incluso algunas películas y series, han acercado el lenguaje contemporáneo a la sociedad.

Por otro lado, la arquitectura tiene esa dimensión emocional que hace que te identifiques con algo de forma positiva o que no te identifiques en absoluto. La buena arquitectura tiene el poder de potenciar una sociedad de bienestar y de mayor calidad, así como, de la misma forma, la mala arquitectura es capaz de generar un entorno deprimido y de marginalidad. Actualmente también está ayudando a la divulgación de la preocupación por el cambio climático y la sostenibilidad.

 

5. ¿Cuál es el proceso creativo con el que más has disfrutado?

Disfruto con todos los proyectos. Afronto de la misma forma y con el mismo entusiasmo tanto el diseño de un mueble como el planteamiento de un edificio o de un entorno urbano; y creo que esa es la clave para que las cosas que haces conecten y trasciendan. Aunque, si tengo que decir alguno, es cierto que la oportunidad de haber diseñado dos casas propias  me ha dado una libertad con la que he disfrutado mucho, principalmente porque me ha permitido experimentar y llegar más lejos de lo que puedo en otros proyectos.

 

6. ¿Qué valoras de la formación recibida en la UPV?

Siempre digo que lo más importante que se lleva un estudiante universitario 

son las experiencias que vive durante sus años de carrera. Aparte de lo que los profesores podamos aportar, lo que te dan tus compañeros y el ambiente universitario en sí es importantísimo para la formación. Ese clima de inquietud, de excelencia e interés por las diferentes disciplinas que se enseñan en el campus, provoca que te encuentres con gente apasionada por los mismos temas que tú. Esta interacción es real, no es un tópico, y creo que el estudiar en una universidad como la UPV genera una experiencia de vida tan importante que, me atrevería a decir, es identificable en las personas que te cruzas durante la vida profesional.

 

7. ¿Qué crees que puede aportar ser parte de Alumni UPV, el servicio oficial dirigido a nuestros titulados y tituladas?

Ser Alumni supone, en primer lugar, una gran responsabilidad, porque de alguna forma eres embajador de la Institución a través de tu actividad profesional. Además, supone mantener y alimentar un vínculo muy necesario entre universidad, empresas y profesionales; al tiempo que te da la posibilidad de reencontrarte con antiguos alumnos e intercambiar conocimientos sobre la experiencia que cada uno va adquiriendo a lo largo de su trayectoria.